Hausen 5 Kele 1

No suelo ocuparme de estas cosas. Se me había contratado para hablar sobre realidades indignantes en otro blog, uno que carecía de lectores y de originalidad (tal vez esa sea la razón por la cual trabajaba allí). Lo cierto es que me llamaron de la redacción solicitando mis servicios para una reseña futbolística debido a que el encargado de redactarla no iba a llegar a destino (no me comentaron las razones pero se notaba que existía algún tipo de interna). Hablé con mi amigo Cosme Fulanito para pedirle alguna referencia sobre esta redacción (él había realizado algunas investigaciones). Fiel a su personalidad me respondió “Se conforman con poco, no valoran los buenos trabajos y prefieren un chiste de gallegos a un cuadro de Gauguin”. Me convencí con eso (nunca supe dibujar y sé miles de chistes de gallegos).
Nunca había ido a un campo de fútbol, busqué en un vulgar mapa dónde jugaba el Hausen y me escondí detrás de un tero pendenciero que estaba mascando tabaco y miraba, desafiante, a todos los jugadores que por allí pasaban.
Poco a poco fueron llegando los jugadores. A medida que pasaban a mi lado, el tero escupía una saliva espesa y teñida por el tabaco. La mayoría desprendía un olor a licor rancio y los pocos que no emanaban ese aroma distintivo, lo reemplazaban por un humo blanco que se asemejaba a una quema de ruda macho.
El inicio del partido estaba demorado. Los rivales no habían firmado la planilla (con respecto a esto, quiero decir que me la pase mirando a las esculturales portadoras de planillas y me cuesta entender como los jugadores del Hausen firmaban el papel sin anotar sus números de telefónicos) y el horario de juego se había pasado por varios minutos.
Cuando ya estaba festejando que no tendría que trabajar, se acercó un jugador rival al mediocampo al grito de: “¡¡Estábamos acá hace media hora, pero no sabíamos que jugábamos en esta cancha!! (No voy a opinar al respecto, saquen sus propias conclusiones…)
El D.T. pidió a su capitán que busque a los jugadores para dar la charla previa (en este punto me llamó la atención la cantidad de “cornudos” que respondieron al llamado).
El Hausen salió a la cancha con: Ariel; Guido, Gastón, Mono, Lean; Dany, Julián, Negro; Juanma, Mauro.
El inicio del partido no me dio tiempo para acomodarme. En la primera jugada Juanma pelea la posesión del esférico, este cae en los pies de Dany quien desborda por la derecha y cruza la pelota, rasante, hasta la posición de Mauro que toca el balón haciéndolo rebotar contra el palo y tomando su propio rebote para el uno a cero del Hausen. Gol y festejo break dance para el menor de los Lambruchi (A quien se lo vio muy bien acompañado).
A partir de allí el partido se sumergió en una meseta. Muy poco para un equipo que podría haber liquidado el encuentro a los diez minutos de la primera etapa. Aproximadamente un pelotazo de cincuenta metros desprendido del botín derecho del Mono, encontró a Mauro sólo frente al arquero, el desopilante delantero aprovechó el pique del balón para pasarlo por encima del cuerpo de un entregado arquero rival. Dos a cero y aparente tranquilidad. Digo aparente porque luego de unos escasos minutos, un centro que no logra controlar Ariel se convirtió en el dos a uno que tanto irritó al D.T. del Hausen (por favor, alguien que le de un tilo a ese muchacho porque un día va a morir en el campo de juego).
Una vez finalizada la primera mitad los jugadores se reunieron, trabajaron en los errores cometidos durante el encuentro y salieron a la cancha con un solo cambio: July por Juanma. Poco tiempo necesitó el zurdo del Hausen para demostrar su calidad. A los cinco minutos Mauro habilitó a su compañero de andanzas y este definió ante la salida del arquero, tres a uno y ahora sí, el Hausen controlaba el partido. Otro gol de Mauro y una exquisita definición de July definieron el encuentro. Hubo tiempo para que el Negro, empecinado con hacer el gol que tanto se le estaba negando, encaró el area rival y fue talado por el defensor rival cometiendole penal. El negro tomo el balón, pateo y lo estrello contra el palo derecho de un arquero que ya no tenía nada que hacer.

Cambios:

July por Juanma
Lisa por Mauro
Santy por Guido
Maty por el Mono

Partes destacables

1) Mauro y July, comiendo ensalada de frutas mientras el partido se jugaba-
2) Dos “enormes" vueltas: la de Maty y la de Santy jugando por las bandas defensivas.
3) La vuelta a la irritabilidad del Mono, que tuvo que ser reemplazado por temor a una inminente expulsión
4) La lamentable lesión de Mauro a quien su rodilla no lo deja terminar de ser el jugador al que podría llegar (recuperate bien, Mau, el equipo te necesita para el próximo gran compromiso)

Sin más, quiero agradecer la oportunidad, no sólo de escribir esta breve reseña sino también de haber podido ver al Hausen en vivo y en directo.
Seguramente el cronista solucionará sus problemas gremiales y estará con ustedes a la brevedad. Desde ya mis mas respetuosos saludos para él.

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